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La Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga hado luz verde con los únicos votos a favor del PP, la abstención de Vox y el ... rechazo de PSOE y Con Málaga, la definitiva a la modificación del planeamiento para limitar las viviendas turísticas a partir de un decreto autonómico del 29 de enero. Aquel texto jurídico habilitaba a los municipios a tomar medidas restrictivas. El proceso que ha culminado hoy lo hace tras recibirse alegaciones como las del Instituto de Estudios Urbanos, Con Málaga, Izquierda Unida, de la Asociación de Viviendas de Andalucía, del Colegio Oficial de Arquitectos, la Asociación de Vecinos Centro Antiguo y algunos particulares. Fuera de plazo también alegó la Asociación de Vecinos de las Torres de Martiricos.
Se trata de poner coto a las viviendas turísticas en las zonas en las que su peso sobre el parque total residencial sea del 8%. «En el expediente, está justificado el interés público y la proporcionalidad de las medidas que se adoptan», explicaba la edil de Urbanismo, Carmen Casero.
Casero ha recordado que el control de que todo se cumpla está externalizado durante el primer año. Se trata, muy fundamentalmente, de recabar datos y monitorizar la situación. «Es muy importante que sepamos los efectos que tiene esta medida sobre la realidad de la ciudad», apostillaba.
Dos de las cuestiones más repetidas en las alegaciones aludían a si la vía era con la modificación del planeamiento o bien una nueva ordenanza y, por otra parte, sobre el carácter retroactivo y caducidad de las licencias. En el primer caso, la edil ha defendido el instrumento elegido. En el segundo, ha mencionado que trasciende la competencia municipal. Entre las sugerencias había algunas de índole fiscal. A este respecto, Casero que se está trabajando en algunas pero no al amparo de la medida aprobada este lunes.
La Asociación de Viviendas Turísticas había alegado falta de justificación del interés general, de definición y de proporcionalidad. Y pedían una ordenanza propia o aclarar la suspensión de licencias y altas. En este punto, Casero ha recordado que el 75% de las plazas de alojamiento que hay en la ciudad están en viviendas de uso turístico. «Es un porcentaje más que suficiente para abordar esta modificación que nos permita establecer mecanismos de control con respecto a las nuevas altas de vivienda», añadía.
El Colegio de Arquitectos querían reducir las viviendas turísticas en dos zonas, adoptar indicadores adicionales, definir mejor el sistema de control y, además, establecer medidas de decrecimiento. Y los vecinos del Centro Histórico pedían revertir las declaraciones responsables, más espacios de participación y medidas más intensas, a la vez que hablaban del ruido y del daño que, a su juicio, han ocasionado estos alojamientos.
Por Con Málaga, Toni Morillas, intervenía para anunciar el voto contrario de su grupo. «Esta propuesta llega tarde y mal. Ya el 75% de las plazas turísticas están en viviendas. Y esto va a ser un auténtico brindis al sol. No permite en zonas como La Merced en las que más del 80% de las vivienda en alquiler son turísticas. Y no se va a permitir que se intervenga sobre esta realidad», decía. La no reversión es un hándicap a su juicio, algo que expresaba antes de señalar que el marco normativo da margen para que la ciudad crezca en 12.700 viviendas de uso turístico más.
«Barrios obreros como la Carretera de Cádiz prevén hasta 2.400 más. La Cruz de Humilladero, 2.170. O Bailén Miraflores, donde pretenden que hasta se crezca en 1.500 nuevas», proseguía. «Esto va abrir la puerta a saturar otras zonas de la ciudad. El propio alcalde de Málaga salió a desautorizar esta propuesta. Anunció una moratoria global. Van pasando los meses y no sabemos nada de esto. Vamos a seguir insistiendo. Hay que declarar Málaga zona saturada. Hay herramientas para cancelar licencias», explicaba.
Por Vox, Antonio Alcázar solo intervenía para abstenerse en tanto que Daniel Pérez, del PSOE, anunciaba el voto contrario. «Hay 13.000 viviendas de uso turístico. Esta zonificación no es lo que había que hacer. Málaga tiene 590.000 habitantes. En Barcelona solo hay 8.000 VUT. Allí Generalitat y Ayuntamiento han puesto limitaciones y caducidad. Aquí no. Es un drama, se están inflando todos los precios de alquiler. ¿Por qué han puesto un porcentaje del 8% y no del 1?, ¿y las zonas que tienen ya un 80 en la almendra, en el Centro Histórico? El PP es responsable de una inflación tan alta y de que 50.000 malagueños se hayan ido en los últimos cinco años de la ciudad», manifestaba. «No se puede ni comprar ni alquilar. Han desestimado hoy todas la alegaciones usando el rodillo de la mayoría absoluta para ponerle la alfombra roja a la especulación. Es un blanqueo para que parezca que están haciendo algo. Cinismo puro», apostillaba. «Cualquier vivienda de tres dormitorios en Málaga ya se alquila a 1.200 euros al mes. Eso no lo puede pagar ninguna familia trabajadora», ejemplificaba.
Casero replicaba al portavoz socialista asegurando que el Ayuntamiento ha cancelado 750 VUT. «Haga un seguimiento de cuántas de esas pasan a alquiler de larga duración. En España hay 120.000 viviendas vacías. Su política de vivienda ha hecho que el alquiler se incremente un 26%. O que en Barcelona, su icono de buenas prácticas, los alquileres hayan subido y que el 30% de las que están en alquiler sean de carácter temporal. Me gustaría que abandonemos este frentismo sistemático. El desafío de la vivienda es de todos. Y no culpemos al turismo del problema de acceso a la vivienda. Y que seamos rigurosos con los datos», esgrimía.
El veto de Málaga a las viviendas turísticas entró en vigor el 14 de enero, tras publicarse en el Boletín Oficial de Provincia (BOP) la modificación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) para impedir la inscripción de nuevos alquileres vacacionales en 43 barrios de la ciudad en las que estos inmuebles suponen o superan el 8% del parque residencial.
A partir de entonces no podrían inscribirse nuevas viviendas turísticas en los 43 barrios que un estudio realizado por Urbanismo calificó como saturados al superar los alquileres vacacionales el 8% del parque residencial. De la misma manera, se establecía una segunda zona formada por 32 barrios con un índice de viviendas turísticas igual o superior a 4,53%, donde solo se permitirán nuevas inscripciones hasta alcanzar el tope del 8%; y una tercera con un índice por debajo del 4,53%.
Las zonas en las que se prohíben nuevas viviendas turísticas son el Centro Histórico, El Ejido, La Merced, Lagunillas, Capuchinos, El Molinillo, el ensanche del Centro, La Goleta, San Felipe Neri, la Trinidad, Conde Ureña, Cristo de la Epidemia, la Victoria, Ventaja Alta, Campos Elíseos, Cañada de los Ingleses, La Malagueta, Perchel norte, plaza de Toros Vieja, El Candado, El Chanquete, playas de El Palo, camino del Colmenar, Peinado Grande, Santa Paula-Miramar, Baños del Carmen, La Viña, Las Acacias, la playa de Pedregalejo, Torre de San Telmo, Pinares de San Antón, Martiricos, Málaga 2000, Torre del Río, Torres de la Serna, Pacífico, Santa Isabel, Tabacalera, Guadalmar, La Cizaña y los diseminados de Puerto de la Torre.
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