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Máxima seguridad en un evento milimetrado: así fue el encuentro del Unicaja con el Rey

La Guardia Civil y la Guardia Real vigilan cualquier movimiento de los asistentes. En este caso los informadores desplazados desde Málaga y desde Madrid tuvieron que identificarse en un control que daba acceso a una carretera repleta de ciervos. Una vez que se comprobó la idoneidad de las acreditaciones, un microbús se desplazó hasta el punto de control para recoger a los asistentes.

En el interior ya esperaba el autobús del Unicaja con sus 48 expedicionarios. El personal de seguridad indicó a los jugadores y a sus acompañantes que dejaran los teléfonos móviles en el autobús. Acto seguido todo el grupo fue trasladado a una sala contigua a la que albergó el saludo personal.

En esta última sala estaba prohibido hacer vídeos en directo ni grabar audios para informativos y redes sociales. Cuando todos los expedicionarios saludaron al Rey se trasladaron al exterior para una foto protocolaria que duró poco más de minuto y medio. Acto seguido, todos se subieron al microbús y esperaron en un 'parking' exterior a esperar la salida del grupo del Unicaja, ya fuera del recinto.