
Secciones
Servicios
Destacamos
Joaquina Dueñas
Miércoles, 14 de mayo 2025, 13:11
Jordi González llevaba cinco meses sin acudir a su puesto de trabajo en 'D Corazón', el programa que conduce junto a Anne Igartiburu cada fin de semana en Televisión Española. Apenas habían llegado algunas noticias de que estaba enfermo de cierta gravedad, pero nada comparable a la realidad que ha vivido y que el propio presentador ha contado a la revista Semana. «He estado a punto de morir», ha confesado a Jorge Borrajo, director de la publicación.
Una bronconeumonía bilateral provocada por una bacteria le ha obligado a permanecer 57 días ingresado, 55 de ellos en Medellín, ciudad en la que tiene una segunda residencia y a la que había viajado de vacaciones. Sin embargo, sus planes se truncaron de camino a Santa Marta, una localidad costera al norte del país caribeño. «Cuando volaba para allá, empecé a sentirme mal, muy cansado, con los ojos irritados, me costaba incluso subir escaleras… Yo sabía que algo me ocurría», ha relatado. Un malestar le hizo renunciar a su excursión turística y regresar a Medellín, donde los médicos decidieron ingresarlo de urgencia por la baja saturación de oxígeno en sangre.
Comenzaron con un tratamiento antibiótico que no dio resultado. «Viendo que no sabían de dónde procedía esa infección y yo no solo no mejoraba, sino que cada vez iba a peor con el paso de los días, decidieron que lo mejor era inducirme el coma y tenerme algo más controlado», ha explicado. Cuando despertó tres semanas después, ya habían conseguido controlar la fiebre y se encontró con el cuerpo «lleno de sondas». «Ahí empezaron a salvarme la vida porque yo estaba verdaderamente mal», ha asegurado.
Cuando estuvo suficientemente estable, regresó a España en un avión con equipamiento sanitario y un médico. Después de dos días más de hospitalización, pudo regresar a su casa, donde continúa con su recuperación. Porque, aunque tiene el alta hospitalaria y luce muy buen aspecto, todavía tiene un largo camino por delante. Tuvo que aprender a hablar con la traqueotomía, que ya está prácticamente cicatrizada, pero también ha tenido que aprender a caminar de nuevo debido a la atrofia muscular provocada por la larga convalecencia. A pesar de todo, lo toma con buen humor y mejor disposición. «Tengo que ir poco a poco. De hecho, he ido un par de veces a cenar fuera de casa y me he caído en el restaurante. Al margen de la vergüenza que pasas, es que me puedo romper algo», ha apuntado.
Si para algo le ha valido esta dura experiencia es para reordenar sus prioridades. «Veo mi vida de otra manera. Voy a ser menos González y más Jordi. Ya no hay nada prioritario a mí», ha reflexionado. «No quiero convertirme en un borde, pero sí quiero ponerme el primero de la lista», ha precisado.
Y es que, durante el tiempo que estuvo en la UCI, avisaron dos veces a su círculo más cercano para que se despidiera de él dada la gravedad de su situación. También barajaron la posibilidad de comenzar con la diálisis, ya que a la bronconeumonía bilateral se sumó una crisis renal que pudo finalmente superar.
Jordi González reconoce que, durante décadas, el trabajo ha sido su prioridad. «Por delante de mis amigos, por delante de mis necesidades… A partir de ahora estoy seguro de que no va a ser así», ha reconocido. En todo caso, de momento no puede reincorporarse al trabajo por prescripción médica.
Lo que sí ha sentido en este tiempo es el cariño del público que se ha preocupado por su salud y el amor de sus amigos, quienes han salvaguardado su intimidad hasta que él ha decidido contar la realidad de lo que ha vivido en los últimos meses.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.