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Un ingreso forzoso de un enfermo psiquiátrico desencadenó un amplio dispositivo policial la semana pasada en torno a una casa de campo de Estepona. Los servicios sanitarios solicitaron la presencia de los agentes ante la actitud «agresiva» del paciente, que se atrincheró en la vivienda con un armero, según ha podido saber SUR.
Los hechos tuvieron lugar el pasado viernes, cuando los facultativos acudieron al domicilio para realizar el ingreso del paciente y requirieron la colaboración de las Fuerzas de Seguridad. Tras recibir el aviso, efectivos de distintas unidades de Policía Nacional acudieron al lugar.
Si bien, al percatarse de la presencia policial, el paciente supuestamente se habría parapetado en el domicilio, donde los agentes tenían conocimiento que se albergaban armas. De esta manera, se movilizó al Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES), formado en situaciones extremas, para que accedieran al interior de la vivienda ante el riesgo de que pudiera peligrar su propia vida o la de terceros.
Una vez en el interior, los agentes lograron retener al paciente con el fin de que los servicios sanitarios pudieran atenderlo y evacuarlo a la unidad psiquiátrica de un hospital de la provincia. Asimismo, intervinieron las escopetas que había en la vivienda, aunque presuntamente eran propiedad de un familiar.
Desde la Comisaría Provincial de Málaga han asegurado que se trató de «un servicio de carácter humanitario» y que «no hay que lamentar daños personales».
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