Trump reprende a Netanyahu: «No lances esas bombas, trae a tus pilotos ya»

Momentos antes de partir desde Washington a La Haya para participar en la cumbre de la OTAN, el líder republicano ha dejado entrever que hablará con el primer ministro para convencerle de que haga oídos sordos a su titular de Defensa, Israel Katz, que ha ordenado a la aviación de combate »responder con fuerza« en el »corazón de Teherán«. »Tengo que calmar a Israel ahora. Voy a ver si puedo detenerlo«.

El líder republicano ha culpado a los dos países de violar el alto el fuego después de que entrase en vigor. La razón fue el disparo de uno o dos misiles supuestamente desde lanzaderas persas, que en cualquier caso terminaron neutralizados por las defensas hebreas. Según Tel Aviv, el lanzamiento se produjo desde Irán mientras el régimen islámico ha negado este extremo. Al contrario, Teherán ha acusado a los cazas hebreos de haber continuado bombardeando su territorio hasta las nueve de la mañana, bien sobrepasada la aplicación de la tregua.

Trump intenta evitar que Israel salga a «atacar a Irán debido a un cohete que no cayó en ningún lugar». «Creo que los dos han violado el alto el fuego, pero no estoy seguro de si lo han hecho a propósito»., ha señalado el dirigente estadounidense sobre un giro inesperado de los acontecimientos que también ha ensombrecido las perspectivas de Europa sobre el regreso de la paz a Oriente Medio. También ha enmarcado este tipo de situaciones en el contexto de dos países que llevan enemistados desde hace décadas. »Básicamente, tenemos dos países que llevan tanto tiempo luchando tan duramente que ya no saben qué coño están haciendo», ha reprochado a sus gobernantes, con la frustractón evidente de quien comprueba la fragilidad de la tregua.

Las autoridades hebreas han activado la alarma antiaérea alrededor de las 9.30 horas tras detectar el lanzamiento de uno o dos misiles desde territorio iraní. La amenaza ha sido neutralizada por las defensas militares, pero ha obligado a la población del norte del país a regresar a los refugios. «Estamos en guardia», ha señalado un mando de las fuerzas armadas israelíes. El régimen de Teherán, por el contrario, ha negado el ataque.

La maquinaria bélica está activa. El ministro de Defensa, Israel Katz, ha acusado al régimen islámico de romper el alto el fuego y ordenado al ejército «responder con fuerza» en el «corazón de Teherán». El jefe del Estado Mayor, el teniente general Eyal Zamir, ha abundado en los mismos términos y declarado que, «ante la grave violación del alto el fuego por parte del régimen iraní, atacaremos con fuerza».

El Estado Mayor ha confirmado que no han sido disparados otros cohetes desde territorio persa. El vuelo de al menor un proyectil se ha detectado por parte de los israelíes cerca de las nueve y media de la mañana (hora española), después de que el presidente Donald Trump anunciara en un tuit a las 6.00 horas que el alto el fuego «entraba en vigor». La propia televisión iraní confirmó la tregua más efímera firmada nunca en la región.

Minutos antes de que sonaran las alarmas, el gabinete de Benjamín Netanyahu certificaba asimismo su adhesión al cese de las hostilidades tras asegurar que ha «eliminado una amenaza existencial inmediata en dos frentes, tanto en el ámbito nuclear como en el de los misiles balísticos» iraníes.

Estados Unidos y Catar, país que ha mediado en la consecución del acuerdo de paz frustrado, tratan de averiguar por qué se ha abierto fuego con la tregua ya en marcha y determinar si la ruptura es irreversible. En el gabinete hebreo, los socios a la derecha del primer ministro claman por una respuesta «firme» y «contundente» contra el régimen de los ayatolás. La sensación en la Administración de Donald Trump, por su parte, es de estupor después de que el presidente se enorgulleciera esta madrugada de llevar de nuevo la paz a Oriente Medio.

El alto el fuego entre Israel e Irán «ya está en vigor», ha anunciado poco después del amanecer el presidente de Estados Unidos, quien ha pedido a los dos países evitar un regreso a las armas. La frustración es evidente.

La tregua ha comenzado a las seis de la mañana de este martes, eso sí, después de una madrugada de duros bombardeos recíprocos que han causado al menos catorce víctimas mortales y han llegado hasta el mismo límite del plazo fijado por el inquilino de la Casa Blanca.

Cinco personas han muerto y otras veintidós han resultado heridas como consecuencia de la explosión de misiles en la ciudad de Beersheba, al sur de Israel. Una hora después de activada la tregua, los equipos de rescate continuaban con la búsqueda de posibles personas atrapadas entre los escombros de un edificio de apartamentos que ha sufrido un impacto directo de un cohete.

El ministro iraní de Exteriores, Abbas Araghchi, ha reconocido que la artillería de su país ha sido inusualmente activa y ha disparado seis oleadas de proyectiles contra territorio hebreo «hasta el último minuto». También los israelíes han lanzado una serie de ataques aéreos sobre su rival que han provocado al menos nueve víctimas mortales en un barrio residencial en Gilan, al norte de la república islámica. Las Fuerzas de Defensa afirman que la aviación ha frustrado una ofensiva de notables proporciones al destruir un grupo de lanzaderas de misiles iraníes dispuestas a ser activadas antes del amanecer.

.«Alto el fuego en vigor. Por favor, no lo violen», ha escrito esta mañana Trump en su red social. «Suponiendo que todo funcione como debería, lo cual ocurrirá, me gustaría felicitar a ambos países, Israel e Irán, por tener la resistencia, el coraje y la inteligencia para poner fin a lo que debería llamarse 'LA GUERRA DE LOS 12 DÍAS'», ha añadido.

El presidente de EE UU se hizo eco el lunes de la pantomima de Irán para salvar la cara mediante un ataque bajo aviso a una base militar estadounidense en Catar. La operación permitió al régimen islámico mostrar su represalia por el bombardeo que el Pentágono dirigió contra sus plantas nucleares el pasado fin de semana, pero sin ingligir graves daños. Trump humilló al Gobierno de Teherán en las redes sociales desvelando que le había avisado previamente para que no hubiera víctimas. «A lo mejor ahora Irán puede proceder hacia la paz y la armonía en la región, y yo alentaré con entusiasmo a Israel a hacer lo mismo», escribió.

Al régimen de los ayatolás, escondidos en búnkeres prácticamente incomunicados, no les quedaba más remedio que aceptar el cáliz envenenado que les tendió. Poco después, el presidente anunció en otra publicación triunfalista un alto al fuego de doce horas «tras el cual se considerará que la guerra ha terminado», anunció.

Según su comunicado, el cese de hostilidades se debe dar en dos fases: Irán lo iniciará primero, seguido por Israel doce horas después. «Una vez transcurridas 24 horas, el fin oficial de la guerra de los 12 días será celebrado por el mundo entero», explicó. A partir de ahí todo fueron triunfalismos y autoalabanzas grandilocuentes por haber acabado con «una guerra que podría haber durado años y destruido todo Oriente Medio, pero no lo hizo, ¡y nunca lo hará!».

El vicepresidente J.D. Vance volvió al circuito televisivo para anotarse la victoria de su doctrina «paz a través de la fuerza». En una entrevista con Fox, anunció que «mañana es un nuevo día». Se refería no solo al final este martes de ese conflicto recién bautizado como 'la guerra de los 12 días', que ralentizará al menos durante años el programa nuclear de Irán, sino «al comienzo de algo muy grande para la paz en Oriente Medio».

Trump y su círculo no perdían oportunidad para promocionarse de cara a ese Nobel de la Paz que tanto anhela desde que lo obtuviese Barack Obama. «Enhorabuena, mundo, ha llegado la hora para la paz», celebró en Truth Social. En realidad, según diplomáticos europeos, la desescalada fue posible gracias a mediaciones indirectas facilitadas por Qatar y Suiza, que mantuvieron canales abiertos entre ambas partes mientras se desarrollaban los ataques.

El presidente busca consolidar su imagen de hombre fuerte que no teme usar la fuerza para doblegar a su enemigo mediante golpes rápidos y certeros que le permiten retirarse a tiempo. Lo que comenzó como una demostración de poder -inspirada en la ofensiva israelí y ejecutada sin consenso del Congreso- se ha convertido ahora en un mensaje propagandístico.

En otra de sus publicaciones del lunes, destacó que su Gobierno ya había calculado la fragilidad de Irán, demostrada en esa «muy débil respuesta» consistente en atacar una base americana, cuidadosamente calibrada para no provocar una guerra abierta. La represalia iraní se limitó a una serie de ataques cibernéticos y disparos de misiles. Teherán salvaba así el honor nacional sin cruzar las líneas rojas que habrían desatado una respuesta masiva.

Hasta el momento del anuncio estadounidense, el régimen no había utilizado la palabra «paz» y había evitado validar la narrativa estadounidense. Tan solo 45 minutos antes de la publicación de Trump, funcionarios del régimen dijeron a CNN que su país continuaría la lucha hasta que se alcanzase «una paz duradera» y no veía motivo alguno para pactar «en un momento en el que el enemigo continúa cometiendo agresiones contra Irán».

Sin embargo, la agencia Reuters acabaría publicando esta madrugada un mensaje contradictorio en el que altos cargos del Gobierno confirmaban el acuerdo de alto al fuego, lo que daba muestras de la confusión reinante y la premura de Trump por dar por terminado un conflicto que no gustaba a todas sus bases conservadoras.